martes, 20 de enero de 2009

Sobre la influencia permanente de la opulencia ( John Kenneth Galbraith)



Desde mi punto de vista, Galbraith nos muestra en esta obra una evolución - más de interiorización de la realidad que conceptual de la materia - acerca de un tema delicado; la triple correlación entre bienes y servicios, necesidades y posterior distribución.

Galbraith realiza un pequeño repaso acerca de cómo el aumento del nivel de vida de una sociedad conlleva del paso de unas necesidades primarias ( alimento y alojamiento) a una donde las necesidades se vuelven más superfluas y la explotación de los recursos se realiza de una manera incoherente a la proporción de población que la necesita. Y de cómo los servicios asistenciales, aquellos que configuran el bienestar de una sociedad (sanidad, educación, vivienda) son cada vez más precarios, con un porcentaje de desarrollo infinitamente inferior a las posibilidades del estado.

El autor extrapola la idea de brecha social a los paises tercermundistas, especialmente en aquellos que han sufrido un proceso de descolonización. Analiza como a medida que una sociedad avanza, esta tiende a ignorar la idea de pobreza y las causas que generan su aparición y desarrollo. Añade que la idea se deteriora por la justificación moral y personal que hacen los ciudadanos sobre el destino de este desgraciado segmento de la población mundial.

Junto a la visión moral, Galbraith cita el olvido al que las instituciones internacionales y la élite mundial someten a estos países, con actuaciones pasivas frente a gobiernos despóticos y corruptos, con una falta de sentimiento de responsabilidad ante la herencia que han dejado en páises que hasta hace relativamente poco eran colonias suyas.

De cómo se minimiza la libertad y desarrollo de la población frente a la superficial demanda del mercado global.

Finalmente, el autor se despide triste, afligido, desgarrado, con un sentimiento de culpa por escribir una obra que obvia los problemas que ahora ha detectado e identificado. Asume su responsabilidad, aunque en verdad, la ya sola evolución en su pensamiento ya es un éxito. en una época en la que la concienciación es una utopía, al alcance de unos pocos privilegiados.