sábado, 8 de noviembre de 2008

Barack Obama ¿ Época de cambios?



En estos días hemos asistido a un hito en la historia mundial (más concretamente en los avatares históricos de la primera potencia mundial); la elección de un presidente perteneciente a una minoria racial ampliamente denostada a lo largo de los dos siglos de existencia de la democracia norteamericana.

Barack Obama es ese hombre y con un lema tan simple como efectivo ( We can change, podemos cambiar) ha conseguido obtener el máximo cargo al que puede aspirar un ciudadano norteamericano, el de presidente de la nación. El senador de Illinois, con una carrera política tan fulgurante como fructifera, ha derrotado al republicano John Mccain por un amplio margen de votos, que en realidad son contabilizados como delegados por estado.

Obama ha entusiasmado a la ciudadanía y a los medios de comunicación con una serie de discursos tan populistas como sesgados en su contenido. No ha prometido nada diferente a cualquier político en campaña electoral, pero ha aparecido como un halo de esperanza revestido con una aurea mistica que ha encandilado no sólo a su país, sino al mundo entero. El desasosiego por la grave crisis económica, junto a los continuos varapalos en el prestigio patrio han pesado más que sus tan cacareadas cualidades.

Cierto que es un homus novus en la política y eso suele agradar al electorado en tiempos difíciles, pero hasta ahora no ha enseñado sus cartas para poder intuir que directrices va a tomar en el futuro más próximo.

Aboga por un cambio a la hora de hacer política, pero Estados Unidos es una plutocracia, un lugar donde quien obtiene más recaudación en la campaña puede obtener mejores medios para lograr su fin. Y hace tiempo que las elítes politicas se acuestan con los empresarios.

Es decir,de una manera más o menos tácita debe satisfacer las demandas de los grupos de presión que han invertido parte de sus fortunas para lograr que satisfaga sus pretensiones. Esa es una de las partes que no se ha mencionado y que debe condicionar su política. De rebote, obtenemos que la política económica debe virar en beneficio de las clases medias, aumento de los subsidios y mejora de la cobertura sanitaria. Y parte de esos grupos no desearan perder su privilegios.

Para realizar este nuevo ´´ new deal ´´ debe mejorar la transparencia en el sistema crediticio, intervenir más sociedades, intentar un binomio de gestión mixto privado-público para corregir las deficiencias que ha ocasionado un empleo masivo de técnicas de libre mercado, aumentar el gasto público para fomentar la producción y el empleo...

Y en un país donde estas premisas, que son hasta cierto punto socialistas, no estan acostumbradas a verse y el pánico generalizado por todo lo que implica la intervención estatal, hacen que sea una tarea especialmente ardua y llena de sinsabores y decepciones.

La cuestión bélica, asi como el cierre de Guantanamo, son objetivos más factibles de realizar. Obama no pertenece a la derecha cristiana más radical que impulso esas acciones, pero debe actuar de una manera que no hiera el sentimiento de una población acostumbrada a la prepotencia de ser los primeros y que no consentiria un retirada vergonzante.

En definitiva, Obama puede representar el cambio en la medida en que crea en las convicciones que ha propugnado a largo de los últimos tiempos y consiga una independencia relativa frente a los grupos de presión que han apostado por él para conseguir sus objetivos.

En un país donde la libertad es un bien cinicamente inherente a la persona en si y que tanto incide en la individual, será interesante comprobar hasta donde llega un hombre que pertenece a una minoría carente hasta hace muy poco de ella y con tantos prejuicios a sus espaldas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario